COSTÓ MILLONES HACER DESAPARECER ESTE TESTIMONIO DE VITAL IMPORTANCIA “El Nuevo Vaticano, por supuesto trató por todos los medios para hacerse con la colección de docuмentos. Acorralado, el cardenal Tisserant tuvo que entregar su valioso archivo, pero no sin antes haberlo hecho fotocopiar por su secretario, el abad Georges Roche. Durante años después de la muerte de Tisserant, el Vaticano luchó en vano con Roche y la nieta del fallecido cardenal para poder comprar, a peso de oro, las incómodas copias duplicadas que circulaban por todo el mundo. Por último, el magnate cementero Carlo Pesenti, que había logrado comprar a Roche por 450 millones de libras al valioso archivo, lo vendió al Vaticano, mediando Mons. Benelli, a cambio de un préstamo blando de 50 mil millones de francos suizos. En realidad Pesenti lo necesitaba en aquella ocasión para sanear su grupo de bancario y para la compra de dos entidades de crédito en Mónaco y Monte Carlo, necesitaba préstamos en moneda extranjera dados por el Instituto para las Obras de la Religión (Mons. Marcinkus Mons. De Bonis, los Dres. Strobel). Pesenti podría así tener esta institución del VATICANO como garantía o fideicomiso de este crédito y ganar dinero con la diferencia entre la tasa de cambio oficial y el tipo de cambio “Negro”. Así pues, el frente antipacelliano, progresista y defensor del “diálogo” y de la “apertura”, era ya una consistente y desconcertante fuerza , algunos años antes de la muerte de Pío XII.
El libro de Bellegrandi añade una información en la página 56-7, del mismo Cardenal, de suma importancia para aclarar la duda puesta al principio del artículo, crucial para reconocer la elección inválida debido a que Roncalli era Masón:
“Al menos en Roma, en los círculos bien informados se sabían los nombres de los cardenales masones. Un sacerdote amigo, Don Enrico Pompilio, capellán militar con el rango de mayor en el arma de carabineros, me confió que había recibido una revelación muy seria de un monseñor francés, reconocido conferenciante con quien se había encontrado en un congreso, sobre la muerte repentina, trágica y escandalosa del cardenal Jean Danielou. Como se sabe el cardenal francés, famoso por su erudición, fue encontrado muerto en París, en el apartamento de una joven bailarina. Ellos nunca aclararon el fondo de esa muerte. Pues bien, el monseñor francés reveló a monseñor Don Pompilio con quien estaba unido por una antigua amistad, que el cardenal Daniélou fue eliminado física y moralmente, por la masonería porque estaba a punto de dar a conocer la lista de todos los cardenales eminentes afiliadas a la secta.
“Roncalli para la masonería debería ser un peón. No parece una casualidad que dos años después de su elección al papado en 1960, promoviera una serie de estudios sobre la iniciación a las sociedades esotéricas y sus relaciones con la Iglesia. Era el inicio de un proceso que conduciría a la eliminación de la excomunión contra la masonería. Algunos eventos, conocidos y desconocidos, dan credibilidad a la premisa de Roncalli-Mason. Por ejemplo, el hecho de que ya se conocía anteriormente su elección papal como patriarca de Venecia, en el cónclave de 1958. Hoy en día, después de muchos años de distancia de aquel cónclave, ante la aceleración progresiva del derrumbe de las estructuras milenarias de la Iglesia impreso por el Vaticano II, alguien decidió revelar docuмentos importantes que lo prueban. Una de ellas es la carta del cardenal Eugenio Tisserant a un profesor de derecho canónico, en la que el cardenal francés declara ilegítima la elección de Juan XXIII, precisamente porque fue “querída ” y “preparada” por fuerzas “extrañas” al Espíritu Santo. (Ver. “La vida” de 18 de septiembre, 1977 pág. 4 “Las profecías de los papas en la lista de San Malaquías”, de “El Minutante”).
“Aquí y allá, en el largo viaje de la actividad diríamos pre-papal de Roncalli, hay reflexiones iluminadoras que nos hacen ver a Angelo Giuseppe Roncalli como peón rosacruz de los “hermanos Muratori.”
Una vez elegido Roncalli, ni siquiera se molestó en ocultar sus amistades [masónicas] espurias. A lo más que llegó, es a ir a los archivos del Vaticano para recuperar el dossier con su nombre y el de Montini; que confesaría más tarde ¡que lo hizo en broma!En este libro, sobre la “controvita”, hay poco que se escape a la condición de Roncalli como no elegible. Pero asi es de grande el “conclavismo”, con cónclaves de aspecto canónico que para muchos tienen un valor de “absoluto”, el cual existe en la iglesia para gran desgracia de la gente.
Sin embargo, la Constitución Apostólica del Papa Pablo IV, define infaliblemente la no aplicabilidad de este criterio general ante el descubrimiento, tan tardío como se quiera, de la desviación en la Fe de un “papa electo,” incluso antes de su elección. Este cónclave que lo eligió, incluso con el voto unánime de los cardenales, es nulo, no sucedido, con la consiguiente “deposición” del supuestamente elegido.
La razón es que la Iglesia reconoce que, a falta de la condición [de tener la verdadera Fe] del clérigo elegido, no pudo haber recibido el poder de las llaves por parte de Dios.
Pero en medio de la apostasía que reina, no hay ningún docuмento que pueda perforar la gruesa capa de mentiras unidas a la indiferencia general más completa, que pueda restaurar la verdad … por lo menos hasta ahora.
De
Non Possumus